Imagenes en Celeste

domingo, 10 de junio de 2007

Otro día para no olvidar.




F
ue curioso el final del partido, porque el gesto del árbitro Carlos Chandía de llevar sus manos al cielo decretando el triunfo definitivo de los rancagüinos por 2-0 ante el tozudo Deportes Ovalle, fue como una orden perentoria para que todo El Teniente enmudeciera.
Es que necesitaba una alegría asi, no sabía bien que pasaba. Todo el partido estuve apago, a pesar de estar con mis grandes amigos de la adolescencia, mi animo estuvo bajo. Sabía lo que se nos venía, pero aún asi la chispa futbolera no llegaba al corazón.
Fueron no mas de diez segundos, en que los jugadores de O´Higgins se mantuvieron impávidos en el centro del campo de juego, esperando con avidez que alguno de los 14 mil hinchas que los miraban, con la misma cara, desde las tribunas les confirmaban que si, que habia terminado el partido en Collado, que Santiago Morning había perdido con la U de Concepción por 2-0, que se terminaba el misterio, que después de dos durísimos años en lo deportivo, y mas en lo económico, el instituto celeste nuevamente estaba entre los diecciséis grandes del futbol chileno.
Ese era el escenario antes de que el lócutor del estadio quebrara en breve trance, informando a los hinchas que estaban todos invitados a una multitudinaria fiesta con fuegos artificiales, preparadda con días de anticipación en la plaza de Los Heroés de Rancagua.
Solo entonces vino la euforia.
Solo entonces, pude gritar de corazón, solo entonces me paré y grité.
La loca carrera del defensa José Carrasco, quien saliendose del protocolo, brincó la reja olímpica y continuó hasta fundirse en un abrazo interminable con el arquero Nelson Tapia, quien acompañó al equipo que lo vio nacer en el trascendental partido de Domingo.
Con mis 14 años y acompañado de mis grandes amigos, pude celebrar con lágrimas en los ojos. Es que no tan sólo O´Higgins necesitaba una alegría, la necesitaba yo. Mi abuelo ese día del ascenso cumplía un año de fallecido.
Mientras tanto, el Goleador Mario Nuñez, que marcó su gol número 19 frente a los nortinos, escogía el banderín del corner para cumplir con el sagrado rito de arrodillarse y ofrendar su camiseta al cielo. Un poco mas allá , en la pista de ceniza, el portero Julio César Armentía y el tapón Darío Galvez corrián alborozados sin saber hacía donde. En tanto que el central Iván Sepulveda bajaba raudo a camarines para celebrar en silencio junto a una foto de sus padres, que besó hasta humedecerla con las lágrimas del guerrero.
Es que tuvo muchos méritos el ascenso de O´Higgins, aunque ninguno mas grande que haber rendido a plenitud durante todo el año sin que sus futbolistas estuvieran al día en sus sueldos,por que sus jugadores, y esto lo saben hace años sus hinchas, están jugando por algo mas que dinero, la historia de este club esta llena de Guerreros Celestes.
El plantel Rancagüino de 1998 tuvo un promedio de edad que no supera los 21 años. Lo que, a matematica simple, confirma una verdad historica: el semillero de O´Higgins es uno de las mas prolíficos e inagotables del balónpie chileno.
Transcurrieron largos 45 minutos para que los integrantes del equipo minero comenzaran a abandonar el camarín, y otros tantos antes de que pudieran zafarse de los cientos de admiradores que los esperaban en las afueras.
Eludiendo la pegajoza marca de los cazautógrafos, enfilaron hacia el centro de una ciudad que el domingo por la noche no durmío. Ya está dicho: en la plaza de los Heroés fue el encuentro con el heroico pueblo, que recibio a sus jugadores como tales.
No hay tristeza que no se supere con O´Higgins. Prefiero muchas veces no recordar el año 1998, un año horrible, nada de alegrías y pocas sonrisas. Sin embargo en ese Noviembre , gracias a O´Higgins 1998 es un año para recordar.
Muchas gracias O´Higgins por hacerme sonreir, gritar y sentir que el mundo es nuestro. Por tanta pena, angustia y sollozos calmados y cicatrizados con ese bálsamo celeste.
Recuerdo las palabras de un hombre que dejó esta tierra, "Siempre que estes triste, anda al Teniente". Para los que aún no lo descubren, ahí esta la razón de la sonrisa constante y de la lágrima que moldea el corazón.


En honor a ese semillero celeste, que nos hizo soñar. Que con sus delgadas piernas y su sangre celeste nos hicieron superar penas. En honor a esos jugadores que han emigrado de Rancagua, pero que en la piel llevan sólo una camiseta. Por ese cariño tan curioso que sólo por O´Higgins se puede sentir.

Saludos a los que visitan.

"Cuando tengas pena, ve al Teniente."

3 comentarios:

la hiel dijo...

Que recuerdos loco, tenia 9 años en ese tiempo, proximo a los 10.

Pendejo pero sentia a O'Higgins como golpeaba dentro del corazon, vivi personalmente parte de esos años negros para la institucion, desde los 4 que iba a la escuela de futbol en el complejo de baquedano, y vi como de a poco se perdio la parte del casino, que paso a hacer de los buses 25, y como despues, el año 97 vi por ultima vez ese lugar, fue triste lo que me respondio mi vieja cuando le pregunte porque pasaba todo eso, bueno fue algo simple, pero asimile mas o menos de lo que se trataba "No hay plata, el club esta mal"..recuerdo y tengo todavia en mi memoria cuando en esos años iban a embargar a la boleteria y mi vieja despues contaba que se metia billetes hasta en los zapatos antes que llegaran los pacos a quitar la plata...

En fin..veia como a algunos sentian que esto se desmoronaba y solo vieron la luz de la alegria con el plantel de jovenes rancaguinos y uno que otro extranjero que formaban el plantel de ese año.

Siempre miraba a Armentia, era como mi jugador favorito, debido a que yo jugaba en el mismo puesto que él, era muy buena persona por lo demas, o asi lo note yo, una persona humilde, cabe destacar tambien que su hijo nacio aqui en Rancagua xD, quizas donde andara weando ahora =).

Recordar tambien a Jaime Gonzales y a Mario en la delantera es genial, pura garra, puro sentimiento en cada gol.

Ya, no me alargo mas.

Saludos Buzz, y saludos a los que escriben, a los que hacen humedecer las retinas de los lectores.

PanchOHI. dijo...

amigo, sin duda el 98 fue un año especial, por x motivos me perdi varios partidos, no estuve para el de cobresal...(ya me pongo al raco solito) pero recuerdos otros como un triunfo en el ultimo minuto ante union, el gol lo hizo Mario.

Ese día ante ovalle fue refisha de la mañana preparando cosas para armar la fiesta de la tarde, el regreso a primera me encontro con la misma gente que llore el descenso del 96.

Fue un gran dia el festejo en la plaza, llegue a mi casa pasado a champaña y no me retaron ni nada, todo era felicidad, al otro dia al colegio con la camiseta puesta y con la mansa caña.

En fin fue mi ultimo año de colegio... y fue un gran año coronado por aquella patrulla juvenil que demostro que OHiggins esta hecho para imposibles.

Saludos amigo, y gracias por todo, vos sabes... ;)

Raul dijo...

S