Imagenes en Celeste

jueves, 30 de agosto de 2007

13 años y aún no entiendo nada.

Historia de Ronni León.


Las ideas en aquel momento solo se me revolvían en la mente, todo lo que pensaba, lo abanicaba a las mudas opiniones de mi corazón.... como siempre.

Lo primero que vi al erguir mi pequeña cabeza fué un sendero. En su entrada resguardaba al acceso una barrera con rayas diagonales gruesas rojas y blancas, y el fondo tras un amplio estacionamiento terminaba con lo que muchos recuerdan tras lagrimas y flashasos de lo que fue su comienzo en aquellas canchas, donde quedo regado el sudor tras los entrenamientos, las pisadas de niños, jóvenes y profesores que palparon las canteras celestes de aquellos gloriosos años.

Solo tenia cuatro años cuando me vestí con traje de arquero negro - amarillo y miraba cada mañana de sábado lo que acontecía dentro de esa reja blanca de madera estilo pradera, en donde practicaba el primer equipo en algunas ocasiones. Recuerdo fotográficamente a Joel Molina, Mauro Meléndez, Roberto ‘’Tomatín’’Rojas. Con este ultimo entable una amistad de niño..

Eso fue el año 94’, años hermosos para cualquiera que los haya vivido.

Años después, todavía dentro de mi niñez veía como todo cambiaba, incluso el sol irradiaba distinto. Desapareció primero aquel portal por donde llegue la primera vez junto con el casino que a un lado estaba, y otras instalaciones apegadas a este que mi memoria no desentierra, que en mis 4 años ahí quedaron plantadas. Ahora todo era un simple paradero de la línea de microbuses “25 de Febrero”, quizás para sus dueños u otros no era un simple paradero, pero en aquel minuto vi como se esfumaban las imágenes de antaño y en su lugar solo había una fila de micros y una infraestructura que quizás guarecería de la intemperie al personal de este..

El cielo ahora era opaco y el verde del pasto se había esfumado, las canchas luego solo mostraban el amarillo del reseco. Algo raro paso en mi, quizás era una nostalgia inconsciente de algo que me entristecía, pero que a la vez no entendía, solo sabia que el lugar donde había llegado años atrás había desaparecido casi por completo, estaba distinto y desconsolado, y esto se veía reflejado en las miradas profundas y cabizbajas que podía descubrir en los adultos, sobre todo en los profesores y entrenadores que suponía sabían todo lo que sucedía allí.

Pasó otra vez algún tiempo, quizás años, no lo recuerdo, y arrancaron nuevamente un trozo de mi. Un sitio que un día empecé a querer primero fue desprovisto de sus piernas, y ahora veía como le sacaban las manos y parte del abdomen. La causa en aquel instante la tuve al frente, la Vega de chacareros de Rancagua o quien sabe como se llame empezó a devorar el espacio que el Complejo Baquedano ocupaba. Eran tiempos difíciles, recién ahí empezaba a entender algo de lo que en el exterior sucedía, porque siempre he sido yo y mis pensamientos. El Club Deportivo O’Higgins de Rancagua se encontraba hace algunos años mal y ahora tenia que vender propiedades para solo alivianar un tanto de lo que se adeudaba, gente que formo parte de esta rica institución había usurpado la confianza de los amigos y socios y absorbió a su posesión algunos bienes. Tiempos criticos, sentía intensamente que ahora todo costaba, que ahora era esfuerzo.

Mi madre desde hace mucho y durante ese entonces trabajaba de boletera en el Estadio Parque El Teniente en los cotejos de cada fin de semana de nuestro querido club. Yo llegaba con ella al estadio y al empezar el partido en aquellos años iba a sentarme a la famosa lateral norte.

Recuerdo cuando empecé a escuchar la palabra “embargo”, situación en donde mi mamá con las otras boleteras escondían celosamente el dinero recaudado y lo sacaban astutamente del estadio antes que llegaran los carabineros, acto que cada vez se hacia mas una costumbre. Se me viene especialmente a la mente un partido con la U. de Chile, y que tras las deudas del club, un actuario del juzgado antes terminado los 90 minutos se dirigía con la fuerza publica a retirar el dinero de las entradas del partido, esto para el pago de las demandas de deudas de la gente u entes hacia la institución.

Esa vez quede solo casi terminado el partido, había ido antes a las boleterías de almarza al encuentro de mi progenitora para no estar presente cuando saliera la hinchada rival, y vi en ese momento cuando mi madre haciendo lo de siempre, pero ahora un poco mas nerviosa, salía rápidamente y se subía con otras mujeres a un furgón negro, de vidrios polarizados, y se iban en un segundo del recinto esperando llegar a un punto donde esa gente no los encontrará para llevarse lo poco que en esos momentos había. Me acerqué a la boletería tras ahogar aquellas imágenes en mis pupilas y luego en mi mente. La ventanilla de vidrio transparente de la puerta tenia un papel afirmado con scotch por dentro, y las pequeñas puertas de los accesos de ventas estaban cerradas y solo dejaban calar un poco de luz entre sus maderas añejas hacia el interior de la boletería.

Quizás no sabia si no hasta ahora lo que aquello realmente implicaba, quizás muchas veces me lo dijeron aquellas caras de los adoloridos hinchas que diariamente visitaban la sede, y que con un hoyo en sus corazones vivían los últimos años, los últimos pasares y los grandes dolores de encontrarse casi en el suelo, de luchar y vivir una campaña gracias al dinero de la radiotón y campañas varias, de querer salir de una etapa que nunca debió haber existido. La impotencia a veces se sentía, sobre todo cuando en momentos no se ganaba ni siquiera en la cancha, pero al fin y al cabo cada fin de semana ellos volvían, cada vez con esperanza de que en algún minuto todo terminará.

No se donde escondieron aquellos sueños que tuve de niño.... Ahora no se donde buscar aquella cancha con rejas de madera estilo pradera, no se donde ir para llegar y encontrar tras aquella barrera en la entrada un sol que encandile las ilusiones que en aquella época se erguían en las futuras promesas.

Aún no se si volveré a ver lo que solo los corazones de mi gente hace muchos años habían construido, con el cariño que obtenían con solo sentir una camiseta.

“Las cosas en cierto sentido podrán ser mejores ahora, en el 2007, pero nunca serán como antes”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

wena raul y gato xD

muy bonita historia, me di cuenta altiro que era del Gato, porque alcance a jugar un par de años con el...claro que no era lo mismo, no lo sentía tanto como si fuera ahora...

Saludos, nos vemos en el mundialista...

MaroteCeleste
TRINCHERA CELESTE, una forma de vida
O´Higgins de Rancagua me enseñaste lo que es amor...

PanchOHI. dijo...

Cuando comence a leer ayer la historia no quise seguir por miedo justamente a lo que pasa ahora, los ojos llenos de lagrimas, la mente llena de recuerdos y la rabia y el odio que invaden el corazón.

Cuan grande fuimos, cuanto tuvimos y por cuanto nos admiraban, pero tenian que llegar la clase más mierdera del país, la clase politica, tenia que llegar la concertación y la repartición de los servicios publicos, ytristemente nosotros eramos casi un servicio publico, pero peor aun un servicio publico sin control, y vinieron los robos, porque robaron estos hijos de puta y eso nunca lo podran negar, si hubiese nacido años antes para poder haber hecho algo.

De los tiempos que tu hablas es de cuando me anime a ir a Baquedano y pedir fotos y autografos, tenia 13 años en ese entonces, pero al gran complejo iba de mucho antes y que orgullo era la cancha del primer equipo, el camarin Willy Gonzalez que la utileria era como los camarines de la gamboina...

Cuantos recuerdos de esos años, cuando ibamos los sábados a ver a cadetes, en mis primeros años de barrista en serio, año 95 y 96, y las caminatas de vuelta al centro por Baquedano.

Recuerdo la tristeza de cuando se supo la ventana, ese año fue maldito, 1996 seguramente debe ser el peor año de la historia Celeste, se humillo a un Idolo, se burlaron de la gente, siguieron robando y nos fuimos a segunda. De ese año lo mejor es que nació el "Jamas Te Dejaremos".

Nunca sera como antes, porque lo de antes era nuestro, y se construyo en base a amor y sueños, malditos sean los que acabaron con tantos sueños, y que pena por aquellos hinchas que pudiendo defender al club no lo hicieron.

Gracias Gato por recordar lo que fuimos y lo que teniamos, por recordarnos como se nos fue todo.

Algún día volvera a ser como antes, lo dudo, el mundo no gira en el sentido de los soñadores.

Un abrazo amigo.

PanchOHI. dijo...

venta no ventana, gente que se embala escribiendo y no revisa xD

Raul dijo...

Muchas gracias Gato por la historia. Ademas de que está escrita muy bien, representa un punto muy delicado en nuestros corazones. Tambien me emocione mucho, por que nuestra generacion fue un "niño testigo" de todo lo que nos pasó y poco pudimos hacer. Nunca Podremos recuperar lo que nos quitaron, pero el sueño de niños y el miedo de sentir que el ladrón entró a tu casa, nunca se irán.

Vamos Ohiggins, por uno y mil años mas!!! por que en esto esta el cimiento de la mejor obra... El amor celeste.

Saludos gato, gracias por la historia y gracias por compartirla.