Imagenes en Celeste

viernes, 3 de agosto de 2007

Sueños de una noche fresca de verano.

El sueño de un hincha. Para que el grito nunca acabe.



Las pequeñas gotas de llovizna recorren mi cara, se mezclan con mis làgrimas y rodan por mi mejilla. Es madrugada, salgo de mi casa vestido de celeste. Solitario con una mochila de compañia quiero evitar los rayos de sol que pronto apareceran; Por que todas las tardes me pinto de celeste y salgo a la calle que está llena de otros colores y a cada minuto alguien quiere pintar un brochazo en mi piel. Evitando eso, madrugo.

Es extraño, no camino mucho y junto con las microgotas de la suave lluvia siento el olor a leña de otros madrugadores. Llego a la esquina y el camino directo al estadio, de hecho ya veo parte de él.
Rancagua sudado, dormido, cansado lo recorro casi completo, a lo lejos veo los detellos de las luces naranjas. Veo el estadio como volcán que no ha esperado mi llegada. Destellos y gritos de personas que al unísono entonan , como gritos de guerra, canciones que ya conozco.
Todo ya estalló y aun no he llegado, me apena mucho no llegar a tiempo, aunque todo es mi responsabilidad.
Apuro mis pasos y como pequeñas ahujas las gotas chocan en mis mejillas. Quiero llegar a ver algo que no entiendo bien que es.
Entro al estadio.
Toda la gente está ahi, cantando y felices. Yo triste , algo me falta.
Es madrugada aún y veo los guerreros pintados de celeste en la cancha. Por fin sonrío, por mi mente pasan pensamientos a velocidad de flechas, me pongo de pie y canto con todos.
Noto el marcador y no es favorable para nosotros, eso no quita la alegria de gritar y saltar por que lo que ha llegado a ser mi vida.
En instantes siento que si dejo de gritar moriré, quedo cantando, solo en momentos, pero no me detengo. A pesar de que vamos perdiendo, siento que mi grito es fundamental.
Cuando los destellos se han apagado y la gente comienza a irse, estoy aún gritando en la gris galería.
Me doy cuenta de que estoy solo, mirando la cancha. La lluvia cesó y aun sudo la amargura de la derrota, todo aún esta mojado.
Todos se han ido pero comienzo a gritar otra vez solo. No se preocupen que se perfectamente que aunque sea solo un sueño, suena loco. Sigo ahí, gritando solo.

Cuando comienza a amanecer.....

despierto.





Para que el grito nunca acabe. Las personas piensan que no tengo remedio y que estoy muy enfermo. Si estoy enfermo, no quiero remedio.

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