Imagenes en Celeste

miércoles, 30 de mayo de 2007

"Taquito" y yo

Desde pequeños comenzamos a notar enormes diferencias en nuestra vida, a pesar de eso fue amistad a primera vista. Era el año 1989 cuando Fernando “taquito” Díaz llegó al colegio donde yo estudiaba, recuerdo que se sentaba a dos puestos de mi escritorio.

Nuestras familias totalmente opuestas, política y económicamente; él un ateo ferviente y yo un devoto católico, nada de eso jamás provocó ni una mínima discusión en nosotros en todos esos años de camaradería infantil.

Pero había un tema pendiente, había algo con lo cual ambos nos enrojecíamos y terminábamos enojados siempre, los dias divertidos terminaban cuando alguien nos tocaba ese tema y hasta recuerdo un par de puños afuera de la antigua sala de clases. Taquito era hincha de Cobresal.

A mediados del año 1991, ya éramos más grandes y faltaban pocos días para el enfrentamiento de Cobresal -Ohiggins, el día sería el Sábado 15 de Junio en el Estadio el Teniente, Por la novena fecha del torneo. Ese día no seríamos amigos.

Ambos decíamos tener un gran amor por nuestro equipo, y lo defendíamos a muerte. Como olvidar el plantel de 1991, para ambos era un gran plantel. Nunca el reconoció la superioridad del “Roque” sobre Juan Carreño o de Cristian Trejos sobre el cacho Yávar. Sabía perfectamente que su peor pesadilla era: a De Luca dejando inmóvil a Cantillana en el área , bailar al Flaco Fuentes pasé atrás a Mauro Meléndez, toque del Roque y luego de la Volada de Yávar (que nunca fueron gran cosa), pelota en la red y el grito celeste dejando sordo a los espectadores que viajarían del Salvador.

El Sábado en la mañana nos juntamos a andar en bicicleta y a conversar, también subimos el árbol como era de costumbre cada día Sábado. Antes de que el se fuera a su casa, ya dábamos por hecho el triunfo de Ohiggins, no queríamos tocar el tema, pero yo podía oler su miedo a la inminente derrota, o quizás no miedo, pero reconociendo la superioridad Celeste en ese torneo.

Nos separamos sabiendo que uno de los dos terminaría triste. No nos vimos en la entrada del estadio, no tenía muy buena vista y a pesar de ser un niño recuerdo claramente haberlo buscado casi todo el partido en el puñado de personas de Cobresal.

La galería Andes estaba llena, personas de pie mirando todo el rato el partido. Conocía a todos los que se ponían a nuestro alrededor. Don Humberto Toro, un hombre medio gordote y sin cuello, Un gordito que le llamaban “Lipiria” y unas señoras que eran idénticas .De repente una cara conocida para mi, pero extraña para la Andes. Aparecía “Taquito”, con su padre y con una banderita de Cobresal en una mano y un banderín de Ohiggins en la otra. A pesar de ser rivales vimos lo que quedaba del partido juntos y ese banderín era un regalo para mí.

Luego de dejar inmóvil a la promesa emergente de Luis “Flaco” Medina, el balazo Tamayo anota un gol, dando el triunfo por la cifra mínima a los Cobresalinos.

Cada sábado continuamos subiendo árboles, el grifo de la esquina no podía mas, y continuamos yendo al estadio juntos. Muchos años siguiendo al Ohiggins a “Taquito” le comenzó a suceder en él lo que tanto yo quería, “Taquito” comenzó a teñir su sangre de celeste.

Hoy tengo 24 años y hace un par de años, entrando al estadio compré dos banderas de Ohiggins , una para mí y otra para “Taquito” que me esperaba en la Andes, al lado del Humberto Toro, el “Lipiria”y una de las señoras que eran idénticas, la otra se marchó.


Gracias Ohiggins , por tu gente, por tu gente Celeste. No hay en el mundo otra gente igual.

En Honor a mi Amigo Fernando Diaz, que en Noviembre de 2006 el cancer lo llevó a seguir a la celeste desde lo alto, aveces vuelvo a comprar dos banderas.

4 comentarios:

PanchOHI. dijo...

Amigo, tu historia esta muy genial, me emociono hasta las lagrimas, menos mal que estoy solo en la oficina para no tener que explicar porque las expresiones de mi cara frente a la pantalla.

Seguramente cuando estas en el Templo de Ilusiones aun tienes recuerdos de tu amigo, a mi me pasa que a veces no puedo evitar mirar a tribuna andes en la busqueda de una persona muy querida.

Gracias por acompañar la idea del blog, sin duda no seremos los unicos que disfrutemos de las historias.

Un abrazo amigo.

Anónimo dijo...

Amigo Raul.

Recuerdo cuando cuando el taquito fallecío, aca en Valparaiso me costó asumirlo tambien.

Espero viajar pronto a Rancagua, para volver al estadio.

Nunca olvides las cosas lindas que has vivido junto a tu equipo y me gusta que continues tan celeste como siempre. Siempre he admirado ese amor especial que tienen los de Ohiggins, debo reconocer que es algo diferente.

Gracias weon por hacerme llorar, lo necesitaba.

Muy bueno el blog, mucho corazon, esta pero demasiado fuerte. Sigan asi.

Unknown dijo...

Es por historias como esta, que dan ganas de hacerse mierda alentando.
No es el plantel, no es el entrenador ni tampoco la sadp: Es C.D. O'Higgins de Rancagua!
Un ABRAZO, AMIGO

Anónimo dijo...

Me emocione con la historia, me llego al corazon, sin duda alguna es triste perder a alguein querido, y sobre todo si haz compartido tanto con el...

gracias por compartir tu historia...

saludos