Imagenes en Celeste

martes, 12 de junio de 2007

No fue solo un viaje...

Se aproximaba un viaje al sur, y yo quería estar presente, no tenia viajes largos siguiendo a OHiggins y sabia que era difícil que mi padre dijera que si, y más aun que mi madre aprobara esa decisión de ser positiva, pero yo quería estar, con 7 años quería estar donde estuviera la Celeste y este viaje era como un sueño.

Insistí mucho para que viajáramos hacia el sur y conseguí lo que parecía muy difícil, el sí de mis padres. Fueron muchas las condiciones para viajar, portarse bien, hacer caso en todo, ir a clases el lunes independiente de la hora que llegáramos, en fin me daba lo mismo yo quería estar lejos junto a OHiggins, mis viajes más lejanos se remitían al Estadio Nacional, Santa Laura, San Fernando y Fiscal de Talca, pero esta vez el destino estaría muchos más kilómetros al sur.

Y un sábado a las 4 de la tarde tomábamos un bus en el Sindicato Sewell y Mina, en Rubio casi al llegar a Brasil, el bus estaba estacionado frente a la Pastelería Tokio, la particularidad el bus era de dos pisos, además de lo emocionante que resultaba el viaje, seria primera vez que viajara en un bus de doble piso.

Nuestros asientos eran los primeros del primer piso, pero mi curiosidad de niño me llevo rápidamente a conocer el segundo piso, en el bus viajaban mayoritariamente hombres, pero también familias completas y algunos niños de mayor edad que la mía.

La primera parada sería en San Javier, luego Chillan y posteriormente Los Ángeles, luego de esta parada tomamos rumbo directo a nuestro destino.

Una lluviosa y naciente mañana nos recibía en Valdivia, nuestro destino, recuerdo haber ido a desayunar al mercado, y luego con mi padre fuimos a misa, recuerdo que lo único que pedí era que ganara OHiggins. Luego de misa partimos hacia el Fuerte Niebla, una hermosa fortificación, que poco pudimos disfrutar por la lluvia torrencial. Cuando volvimos al centro de la ciudad me entretuve jugando con las caídas de agua a esa altura ya daba lo mismo si estaba todo empapado.

Luego de almuerzo partimos al estadio de Valdivia, un estadio que tenia la particularidad que los camarines estaban metidos en un bosque contiguo al recinto.

Recuerdo que aquel partido lo empatamos a dos tantos contra Deportes Valdivia que contaba con Pedro González y Eric Lecaros entre sus figuras, y si mal no recuerdo, caíamos por 2 a 0 cuando vinieron los goles de Aníbal González y Juan Reyes para empatar a 2. Recuerdo al Tunga celebrando en la reja de tribuna, junto a los que viajamos desde Rancagua, recuerdo a la gente alegre por un empate que costo en una cancha difícil, la más sureña de la Primera División.

El retorno a Rancagua fue alegre, pasamos a un Restaurante a Panguipulli a ver el Zoom Deportivo, para luego emprender viaje a Rancagua, la mañana del lunes nos recibía en nuestra ciudad, solo tendría un par de horas para descansar y cumplir mi promesa de estar el lunes a las 14 horas en clases...

Fue mi primera ida a un destino lejano, con 7 años emprendí junto a mi padre un viaje que demoro 15 horas a su destino, en el estadio se sufrió mucho, pero la imagen de los jugadores celebrando en la reja junto a nosotros no se me olvida más, y ese bus lleno de hinchas que llego al sur desafiando la lluvia, demostraba a temprana edad lo que es el hincha de OHiggins, sacrificado y jugado por su club, me enseñaba que el lugar que más amaba en el mundo, era aquel donde estuviera OHiggins .

En aquella tarde de Valdivia, yo estuve ahí, como tantas veces lejos de casa estuve junto a ti, no importa la lluvia, el frió, el calor, la distancia, el hambre ni una derrota que provoca desazón, lo que importa es estar y amarte sin ninguna condición.


Dedicado a todos aquellos hinchas viajeros, que acompañan a la Celeste por las canchas del país, haciendo cumplir aquella promesa de que "OHiggins: Nunca estaras Solo"

2 comentarios:

Koka dijo...

Me emociona mucho leer este tipo de historias.
Algunos tienen la fortuna de tener padres que apañen en viajes extensos ...
Nada mas me queda por felicitar y agradecer a la gente creadora de este blog por los lindos momentos qe junto a nuestro kerido equipo pueden compartir y publicar.
Saludos
Un abrazo

Koka
G*L VI

Raul dijo...

Amigo me gusto mucho su historia.
De chiquitito y catete. Asi me gusta.

ya he escrito un poco de eso, y creo que el sentiemiento de no dejar nunca al Ohiggins solo es mas fuerte que cualquier cosa.

Amigo Gracias por compartir esto con nosotros, Saludos shoro.